Aunque nos cueste dejar ir algo que es bueno y nos ha hecho felices, hay que saber hacia dónde canalizar nuestra energía para conseguir avanzar.
Hay que abrir espacio para cosas nuevas.
Sí, ya, lo sé. Uno deja atrás cosas buenas por un futuro incierto. Y eso puede generarnos dudas.
Pero piensa en todas esas cosas que aún no conoces.
Sabes lo que puede ir mal (tu cerebro se encarga de repetírtelo) pero, ¿y lo maravilloso que está por venir?
Resulta injusto no darle oportunidad a amigos, experiencias y aprendizajes que te están esperando con muchas ganas de formar parte de tu vida. El amor de tu vida, el trabajo que sueñas, todo puede estar a la vuelta de la esquina.
Sigamos avanzando. Dejemos lo que fue bueno, pero ya no sirve. Abramos las puertas a las cosas buenas que están por venir.
La vida es cambio constante de todas maneras, mucho mejor si eres tú el que elige la dirección que toma, lo que se queda y lo que se va.